Argentina será el rival de España en la gran final de la 33ª edición del COTIF. La albiceleste impuso su coraje en una semifinal en la que Venezuela puso el juego e impactó dos balones en el travesaño. Los de Paolorossi se llevaron un excesivo premio gracias a los goles de Martínez y Mansilla pero la ronda previa a la final les costó caro y perderán para el partido definitivo del jueves a dos hombres importantes como Purita y Ojeda, expulsados ambos. Venezuela se despide del torneo pese a las buenas sensaciones mostradas y a pesar de aportar a un brillante Yeferson Soteldo, que hizo las delicias de los miles de aficionados presentes en el estadio alcudiano.
El partido empezó vibrante. Los argentinos se aproximaron con timidez pero Venezuela respondió con contundencia y un centro lateral fue rematado con picardía por Balza y obligó a Cambeses a realizar una parada de mérito. A pesar del favoritismo de los albicelestes, la Vinotinto no se achantó y se hizo con el balón a los pocos minutos, sobre todo gracias al control del medio campo gracias a Herrera y Pinto. Ambos le permitieron acumular minutos de esférico, mientras Soteldo se encargó de poner la magia y ofrecer una marcha más al juego.
La ocasión de más peligro llegó en el minuto 27 cuando un pase interior permitió que, tras el desbarajuste por el deficiente control, Peña rematase potente al larguero, para rebotar después el balón en la línea de gol y salir expulsado. La siguiente ocasión rizo el rizo. El mismo Peña se introdujo por el lateral izquierdo y delante de Cambeses cruzó el balón para que volviese a impactar en el larguero, esta vez con más sutileza pero con el mismo resultado. Venezuela mereció mayor premio porque Dudamel demostró mayor capacidad para leer el partido. La primera mitad acabó con los jugadores venezolanos rodeando al árbitro. Quince segundos antes reclamaron en masa un posible penalti tras disparo de Solteldo. El colegiado interpretó que el brazo estaba pegado al cuerpo.
Pero el fútbol es lo que tiene. Corría el minuto 7 de la segunda cuando Lautaro Martínez (querido por buena parte de los mejores equipos de España) se introdujo por la banda derecha tras un buen sombrero y forzó un penalti que él mismo se encargó de transformar engañando a Aray. Soteldo se echó el equipo a la espalda al verse por detrás en el marcador e hizo levantarse a la parroquia tras varios endiablados regates.
Tres minutos después de quedarse con un hombre menos por la expulsión (justa) de Purita por agresión, Mansilla pareció cerrar el partido al aprovechar la incansable lucha de Lautaro Martínez. El delantero derribó legalmente al último central y Mansilla (sobre el que el Valencia CF también se reservó una opción de compra) se recorrió medio campo para definir a la perfección ante el cancerbero de la Vinotinto. Herrera tuvo que sacarse una exquisitez de la chistera para reducir las distancias y restablecer cierta justicia en el partido. En una falta frontal superó la barrera con clase e hizo inútil la estirada de Cambeses. Dudamel (seleccionador también de la absoluta) realizó a renglón seguido dos cambios para volcarse en el ataque y Argentina desapareció un poco más, ya que nunca en el partido mostró demasiado más allá de coraje y empuje. Los minutos finales fueron de acecho al marco albiceleste pero el marcador ya no se movió.

Carles Senso, l’Alcúdia